La violencia de género es una de las mayores lacras de nuestro país, una democracia no puede permitirse que las mujeres sean asesinadas por el simple hecho de serlo. Por eso, en este 25 de noviembre, desde Juventudes Socialistas de España queremos poner de manifiesto que la violencia hacia las mujeres tiene muchas caras, no todas igual de conocidas, y es un deber social visibilizarla y hacerle frente.
Entre estas formas de violencia machista podemos hablar del seguimiento y control en redes sociales a las mujeres jóvenes, la cosificación e hipersexualización de los cuerpos o la perpetuación de los roles de género que nos encasillan y fomentan la desigualdad.
En muchas ocasiones, esta violencia deriva en una violencia institucional. Las sentencias que infravaloran las agresiones sexuales, las absoluciones a violadores por considerar que la víctima sabía “dónde se metía”, son solo algunos ejemplos de por qué las mujeres que son agredidas no denuncian o tardan años en hacerlo.
En el mundo rural esta situación es mucho más grave por el difícil acceso o por la lejanía de los servicios, y por estos motivos la media de denuncias es bastante inferior con respecto a otras zonas.
Desde Juventudes Socialistas de España celebramos los avances conseguidos en los últimos años como la penalización de quienes acosan a las mujeres a las puertas de las clínicas de IVE, la ley del “solo sí es sí” o la retirada de custodia a los maltratadores. Pero a pesar de todo el camino recorrido aún queda mucho por hacer y reconocer todos los tipos de violencia es esencial para acabar con ellas. Un trabajo colectivo de toda la sociedad es el único camino.