Víctor Camino, diputado por Valencia y portavoz de Juventud.
En un momento en el que la conectividad define nuestras vidas, aprovechar la tecnología para canalizar el espíritu solidario de las generaciones más jóvenes no es solo necesario, sino también es una oportunidad para fortalecer la democracia. Esta semana, el Grupo Socialista ha dado un paso más en la voluntad de impulsar la transformación digital contando con el enfoque joven, con una proposición no de ley, que el Congreso ha aprobado, para mejorar la accesibilidad de la juventud al voluntariado a través de un portal único dentro del Instituto de la Juventud.
El voluntariado es una experiencia transformadora tanto para quienes lo practican como para los colectivos beneficiados. El compromiso solidario de las y los jóvenes ha quedado demostrado en las últimas catástrofes, en especial, en la respuesta ciudadana tras la DANA que asoló Valencia el mes pasado. La creación de esta herramienta digital no solo facilita el acceso a las iniciativas de voluntariado, sino que también permite una mejor conexión entre las necesidades de las organizaciones y las inquietudes de la juventud. Esto no solo beneficia a quienes buscan ayudar, sino también a las entidades que requieren apoyo para llevar a cabo su labor.
Además, la puesta en marcha de campañas informativas para educar en europeísmo e internacionalismo es un antídoto contra las declaraciones antidemocráticas de las fuerzas de extrema derecha. Una última muestra ha sido la defensa del franquismo realizada la semana pasada por un diputado de VOX. En un mundo cada vez más interconectado, promover una visión global y solidaria desde edades tempranas es clave para construir sociedades más empáticas y cohesionadas, sociedades abiertas que combatan al fanatismo. Las alianzas con entidades del tercer sector y administraciones autonómicas y locales refuerzan el potencial de una iniciativa que asegura que las voces de la sociedad civil estén presentes en la configuración de un mundo más habitable.
En definitiva, con retos globales pendientes como los relacionados con el cambio climático, las migraciones masivas y las crisis humanitarias, fomentar el voluntariado juvenil es una estrategia que trasciende la solidaridad; es una apuesta por la construcción de ciudadanos comprometidos consigo mismos y con el internacionalismo. El portal web que ahora tendrá que configurarse no solo facilitará esta labor, sino que también servirá como un puente hacia un futuro más solidario y colaborativo. Es la lección y el objetivo: más puentes y menos muros físicos, geográficos, políticos o digitales.