Recientemente la Conferencia de Rectores Universitarios de España (CRUE) dio a conocer en un informe que el sistema universitario de nuestro país adolece de una serie de deficiencias que oscilan entre las barreras en cuanto a requisitos académicos y financieros, hasta inversión en I+D, pasando por la propia oferta educativa. En este sentido, España sigue siendo uno de los países con los precios públicos más elevados de los títulos de grado y de máster de toda la UE. El importe medio anual de una matrícula de grado es de 1.110€ y el de un máster de 1.991€.
Sin embargo, es en el sistema de becas dónde más se acusan las políticas impulsadas por el PP. La dotación e inversión en las mismas no ha parado de disminuir desde 2012. En concreto, las becas han bajado un 13,6% respecto al PIB y el total de fondos destinados a las mismas ha disminuido en un 11%. En este sentido, se observa que la dotación media por alumno ha bajado hasta valores de 2006. Estos datos arrojan un resultado: se calcula que los recortes en becas practicados por el PP han perjudicado en torno a 200.000 alumnos durante los últimos años; 70.000 sólo en el último curso.
En este sentido, desde Juventudes Socialistas de España (JSE), su Secretario General, Omar Anguita, recuerda que las becas son “un derecho del estudiante, que debe estar sujeto a parámetros económicos y de renta”, por lo que desde la organización juvenil han lanzado una batería de cinco propuestas con la finalidad de blindar el derecho a beca entre el estudiantado:
- Acomodar los plazos de solicitud de becas para que el estudiante pueda conocer a la máxima celeridad posible cuando recibirá su beca y cuánto recibirá por ella. En este sentido, se propone un cambio en la parte de la beca que se configura como variable, para que la parte que corresponda al rendimiento académico se determine conforme al curso anterior y no conforme al del año en curso.
- Extensión de la bonificación del 99% del precio de la matrícula, como ya se está llevando a cabo en Andalucía, a todo el territorio. Ésta es una medida que aparte de premiar el esfuerzo del estudiante, nos iguala con otros países en el contexto europeo, donde medidas tendentes a rebajar y reducir al mínimo el precio de las matrículas universitarias, para que sea la aptitud del alumno la que determine su carrera formativa.
- Acomodar la cuantía de la beca al nivel de vida de cada comunidad autónoma en dónde el estudiante esté matriculado, estableciendo una baremación de los costes de vida para adecuar el importe que perciba el alumno.
- Bajar hasta el cinco el requisito académico para acceder a cualquier beca. Desde JSE entienden que si a partir de un 5 un alumno es apto para continuar con sus estudios, se debe asegurar que éste siga estudiando, por lo que si su capacidad económica particular se lo impide, el Estado debe suplirla.
- Acabar con el presupuesto cerrado para becas. Es necesario establecer una cuantía abierta y variable que dependa del número de solicitantes, para que nadie pueda ver mermado su derecho a percibir la cuantía que le corresponda, sea cual sea el número de solicitantes.
Tras la presentación de las cinco medidas, el Secretario de Universidad y FP de JSE, Ramón de la Cruz, ha manifestado que “éstas van en consonancia con lo que vienen proponiendo los diferentes colectivos y actores sociales en materia educativa”, de tal manera que el Gobierno haría bien en escucharlas dado que España “necesita una política que garantice el acceso a los estudios a todos aquellos estudiantes que sean aptos para ello, independientemente de su nivel de renta, lo que corresponde con el desarrollo lógico del Estado del Bienestar”.