Este año celebramos el 42 aniversario de la Constitución Española. Como siempre, desde Juventudes Socialistas de España reiteramos nuestra posición de respeto al espíritu constitucional, reconociéndola como garante de los derechos y libertades de los que todos y todas hemos gozado durante la Democracia, así como artífice del progreso colectivo del país a lo largo de las últimas décadas. Sin embargo, la mejor manera de celebrar el aniversario de nuestra Carta Magna es reivindicar su reforma, de manera que esta responda al contexto político, económico y social que vive nuestro país en la actualidad.
La Constitución de 1978 es el marco de convivencia mediante el cual desarrollamos un proyecto vital de país, la hoja de ruta que hemos seguido los españoles y españolas durante el periodo más próspero de la democracia.
Como socialistas, reivindicamos el preámbulo de la Constitución más allá de ser una declaración de intenciones: la protección de los pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones; el progreso de la cultura y de la economía; la promoción de una sociedad democrática avanzada; o el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra; han sido, y así seguirá, objetivos que entre todos y todas hemos de intentar alcanzar.
La Constitución de 1978, lejos de ser el arma arrojadiza de algunos partidos y sectores más radicales de nuestra sociedad en los últimos años, es el máximo reflejo de la capacidad de llegar a consensos en nuestro país. Consensos llevados a cabo por personas con discrepancias enormes que SÍ fueron capaces de darle un futuro democrático a nuestro país. Tendieron puentes muy grandes y nosotros debemos reivindicar esa capacidad para que esté más presente que nunca la posibilidad de alcanzar nuevos consensos en la protección y reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural, en el modelo territorial del estado, en derechos fundamentales…
No podemos permitir que las derechas y la ultraderecha pretendan pervertir el pacto constitucional. Ante este uso partidista e interesado de nuestra Carta Magna, las JSE reivindicamos un proceso de verdadero diálogo y consenso para efectuar una reforma constitucional basada en la realidad social de nuestro país cuarenta años después de su aprobación y, en definitiva, que pivote alrededor de las necesidades reales de los y las españolas, como son:
- Reforzar el carácter social del Estado y, por tanto, de los servicios públicos y ampliación de nuevos derechos y libertades.
- Avanzar hacia un Estado Laico, como bien se dice en la Constitución, respetando siempre la libertad religiosa y de culto, pero derogando los acuerdos con la Santa Sede y eliminando las referencias a confesiones concretas dentro de la Constitución.
- Apostar por un modelo republicano como forma política del Estado. El republicanismo está en el ADN de las JSE, y se ve reforzado cuando en los últimos meses y años, hemos conocido tantas y tantas actuaciones carentes de ejemplaridad y transparencia por parte del ex jefe de Estado y entorno.
- Lograr un modelo Federal como modelo de organización territorial del Estado. Un modelo plural y descentralizado que defiende la diversidad, en donde se hace compatible la representación de las identidades diferenciadas dentro de España mediante el reconocimiento de sus singularidades, siempre con el compromiso colectivo con el proyecto común, basado en la igualdad de derechos y obligaciones de todos los españoles, vivan donde vivan. Y que, en definitiva, nos permita hacer efectiva la reforma del Senado como cámara de representación territorial y delimitar de manera más clara el marco competencial de las autonomías, perfeccionando su autogobierno y profundizando en la cooperación efectiva entre estas y el Gobierno de España.
- Profundizar en la mejora de la calidad democrática a través de instituciones más abiertas e inclusivas, reconociendo el derecho de acceso a la información pública y a la transparencia, reforzando los mecanismos de participación directa de la ciudadanía, reformando el procedimiento de la Iniciativa Legislativa Popular e introduciendo de forma expresa el derecho a la Memoria.
Ante la falta de mayorías para hacer posible esta reforma, las Juventudes Socialistas seguimos abogando por un diálogo entre todas las formaciones políticas, un verdadero consenso político que continúe por darle la palabra a la ciudadanía española, tal y como establecen las leyes, ya que de ese modo se estaría firmando el compromiso ante el renovado Pacto Social que tanta falta hace.