El 24 de enero es el día elegido por Naciones Unidas como fecha clave para el reconocimiento de la Educación y el papel que juega la misma en el desarrollo de individuos y sociedades.
La educación es de vital importancia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que juega un papel casi protagónico en el desarrollo de sociedades sostenibles y resilientes, siendo también base sobre la cual se fundamenta el progreso para lograr alcanzar la mayoría de los otros Objetivos. Permite el desarrollo vital y económico, el progreso personal y social de cada individuo, la educación también nos capacita profesionalmente para disfrutar de los recursos que nos brinda el medio de forma sensata y responsable, nos ayuda a combatir el hambre y la pobreza, a conseguir la paz y a respetar los derechos humanos.
Para todo ello, la educación debe ser universal, inclusiva, equitativa, de calidad, debe extenderse a todos los niveles poblacionales, debe permitir el reciclaje y la formación continua de todos y todas, de forma que cree individuos autónomos, capaces de valerse por sí mismos, en lo personal y en lo profesional.
En nuestro país, la reciente aprobación de la LOMLOE, que entró en vigor este mismo martes, evidencia la apuesta clara del gobierno que encabeza Pedro Sánchez en pos de la educación universal, de calidad, por y para todos y todas, un sistema educativo que no deje a nadie atrás, que combate la segregación y que preconiza la gratuidad, la universalidad y la calidad de la educación.
Por otro lado, la situación de emergencia sanitaria en la que se ve inmerso el planeta ha causado mella también en el ámbito educativo. La pandemia de COVID-19 nos sigue haciendo vivir una serie de acontecimientos sin precedentes en nuestra historia reciente. Con ella, son muchos los desafíos que se han planteado, tanto para docentes como para el estudiantado. Sin previo aviso, como ha ocurrido en todos los ámbitos de nuestro día a día, el mundo educativo ha tenido que modificar los planes de estudios, adaptarlos a las nuevas formas de comunicación empleadas para seguir desarrollando su labor. Es por ello que tenemos que seguir apostando por nuestro sistema educativo, por nuestros y nuestras docentes, por el bienestar y el perfecto desarrollo de nuestro estudiantado.
Es nuestra obligación y nuestra intención seguir defendiendo la educación, pues es, no solo un derecho humano, también un bien público y una responsabilidad colectiva.