Juventudes Socialistas de España (JSE) está muy concienciada con la crisis humanitaria que vive Europa en estos momentos, por ello, por el Día Mundial de las Personas Refugiadas, lanza la campaña “Sus vidas necesitan nuestra ayuda” animando a la sociedad española a participar en las movilizaciones convocadas en todo el territorio bajo el lema “SOS Refugiados, no te refugies en la resignación”.

Para el Secretario General de JSE, Nino Torre, “la situación que están viviendo las personas refugiadas es verdaderamente angustiosa a la vez que vergonzosa por la actitud de los gobiernos y la UE. Europa atraviesa desde comienzos del 2015 una crisis humanitaria alarmante, cada vez son más las personas que llegan a través del Mediterráneo dejando toda su vida atrás en busca de una protección que se les niega”.

Torre lamenta que “para la UE y los Estados miembros, la Declaración Universal de los Derechos Humanos; lo acordado en la Convención del Estatuto de los Refugiados de Ginebra en 1951; el Protocolo de éste firmado en Nueva York en enero de 1967; y el artículo 18 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea deben estar sobre papel mojado, porque a pesar de que en ellos se determine y garanticen los derechos de asilo y protección de las personas refugiadas, en Europa se les cierra la puerta en las narices sin contemplación alguna”.

Asimismo, Torre denuncia especialmente la actitud del Gobierno de España, “es una auténtica vergüenza que Rajoy y su Gobierno, además de no mostrar ni un poco de humanidad, no cumplan lo determinado en el artículo 13.4 de la Constitución Española que reconoce el derecho de asilo” determina. Del mismo modo, el Secretario General rechaza tajantemente el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía mediante el que se estipula la expulsión de las y los refugiados que deberían ser acogidos en Europa, lo que supone una vulneración de  sus derechos.

Finalmente, las y los jóvenes socialistas exigen al Gobierno de España que cumpla su compromiso de acogida de refugiados, que desarrolle un Plan Integral de acogida con medidas concretas que den garantías durante todo el proceso así como respete escrupulosamente la legislación internacional y de los Derechos Humanos.