· Es imprescindible eliminar los condicionantes sociales que puedan tener impacto directo sobre la salud mental, promoviendo y educando en habilidades que nos permitan gestionar emocionalmente situaciones difíciles.
· Debemos hacer frente a la alta tasa de suicidio entre los jóvenes reforzando la protección de la salud mental en atención primaria y centros educativos.
· Es esencial aumentar los servicios relacionados con la salud mental en la sanidad pública, rebajar listas de espera y aumentar las plazas PIR.
· Los y las familiares de los jóvenes con problemas de salud mental deben tener acceso a una formación y ayuda psicológica para saber cómo combatir esta realidad.
· La complejidad para emanciparnos, encontrar trabajo estable o pensar en nuestro futuro disparan trastornos de salud mental, por lo que promoveremos programas de detección y desestigmatización de problemas de salud mental que puedan pedir ayuda cuanto antes.
· Hay que impulsar desde la educación un uso consciente de las redes sociales, debido a que un uso inadecuado y excesivo, además del acoso o violencia que se produce a través de estas, puede llevar a problemas de salud mental.