Este viernes 21 de diciembre la ciudad de Barcelona acogerá la reunión del Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez. Un gesto de acercamiento por parte del Gobierno socialista que des de Juventudes Socialistas de España (JSE) y la Joventut Socialista de Catalunya (JSC) celebramos como símbolo de normalidad institucional y democrática.
A pesar de ello, varios grupos independentistas, así como los partidos que sustentan el Govern de la Generalitat, han animado a manifestarse contra el Consejo de Ministros e incluso en el caso de algunos movimientos radicales, se habla de posibles sabotajes o acciones que sobrepasan lo aceptable en democracia.
En ese sentido, los y las jóvenes socialistas queremos denunciar cualquier actitud intimidatoria, amenazante o violenta, como el ataque a más de 15 sedes socialistas en Catalunya durante las últimas horas o las acciones anunciadas para este viernes. Desde el máximo respeto al derecho a la manifestación, queremos animar a todos y a todas a expresar las ideas de forma democrática, tranquila y pacífica. Cualquier acción que no respete esos valores será responsabilidad de aquellos que llevan días calentando el ambiente y animando a los más radicales.
El Consejo de Ministros de este viernes en Barcelona aprobará, entre otras medidas, la mayor subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de la historia de la democracia, situándose en 900 euros. JSE y JSC celebran esta medida histórica del Gobierno de Pedro Sánchez y animan a los independentistas que dicen ser de izquierdas que apuesten por celebrar esta medida progresista en lugar de intentar boicotear el Consejo de Ministros.
Finalmente, ambas organizaciones juveniles y socialistas seguimos apostando por resolver los conflictos políticos mediante el diálogo, el pacto y el acuerdo, siempre en el marco constitucional. Es tan cierto que sin diálogo no se resuelven los conflictos como que sin ley no hay democracia. Por ello, el procesismo basado en la continuidad del conflicto del que los extremos viven no es ninguna solución ni todo lo contrario. Por mucho que a los extremos (la derecha nacionalista española y los sectores más radicales del independentismo) les venga bien esta estrategia, lo que interesa a la mayor parte de la ciudadanía de Catalunya y del conjunto de España es apostar por el acuerdo desde la pluralidad y la diversidad, que es una riqueza para un país y no un problema, y poder seguir avanzando juntos y juntas en una España moderna, justa, próspera e ilusionante.